El Adagio de Barber ha sonado en cientos de funerales, exequias y homenajes. Pero hubo uno donde su ausencia se hizo notar: el funeral de su propio compositor, Samuel Barber. Él mismo lo vetó poco antes de su muerte, cansado del que fue simultáneamente su mayor éxito y un espejo asfixiante durante toda su carrera.
Seguir leyendo A la sombra de un Adagio y Una composición sin esquinas, la historia del Adagio de Barber y un breve análisis musical (en el Cuaderno de Cultura Científica de la Universidad del País Vasco).