· Visité, revisité y volví a visitar Granada.
· Hice nuevos amigos. Me reencontré con viejas amigas.

· Participé en un Simposio de análisis musical y conocí gente a la que admiro.

· Descubrí el flysch de Zumaia.
· Me devané los sesos con los misterios del metrónomo de Beethoven y sus precipitadas sinfonías.
· Terminé al fin mi precioso Trabajo Fin de Grado (gracias, Iñaki).
· Me hice física.
· Compartí escenario con 5 musicazos y llenamos de música el Euskalduna.

· Gané un premio Tesla 🙂

Y, después de tanto tiempo: el año en que volví a tocar…
Más Medtner. Porque :_) pic.twitter.com/dC0XFoGpz8
— Almudena M. Castro (@puratura) 21 de diciembre de 2017
El año en que volví a dibujar…
¡Vamos a por 2018!


